Un trabajador atraviesa las vigas de las altísimas alturas del puente Golden Gate. Con la constante amenaza de sumergirse en los mares agitados, su trabajo es peligroso. Sin embargo, el hombre trabaja para un ingeniero que prioriza la seguridad, y un invento específico mantendrá a este trabajador, y a muchos otros, con vida.
Un negocio arriesgado
El trabajador y sus compañeros de trabajo están acostumbrados a encontrarse en situaciones peligrosas. Lo han puesto de moda para hacer alarde de su valentía. Sin embargo, Joseph Strauss, el ingeniero jefe del nuevo puente, quiere disipar la idea de que trabajar en puentes es intrínsecamente peligroso. Como resultado, el tipo camina de puntillas por la viga de acero, seguro de que Strauss ha pensado en todo.